La ira de Sun Quan Sun Quan, al enterarse de que Zhang Fei y Zhao Yun habían cruzado el río para rescatar a A Dou y habían dado muerte a Zhou Shan, montó en cólera. De inmediato reunió a sus generales y consejeros, decidido a lanzar una expedición punitiva. Sin embargo, justo en ese momento, un explorador llegó con noticias alarmantes: Cao Cao había movilizado un ejército de cuatrocientos mil hombres para vengar la derrota de Chibi. Sun Quan, sorprendido, no tuvo más opción que posponer sus planes sobre Jingzhou y centrarse en la defensa contra Cao Cao. La sospecha de Liu Zhang Mientras tanto, Liu Bei había permanecido en la guarnición de Jiameng durante un largo tiempo, ganándose el corazón del pueblo. Los subordinados de Liu Zhang comenzaron a llenar sus oídos de advertencias y sospechas. Liu Zhang, hombre débil y carente de iniciativa, empezó a desconfiar de Liu Bei. En ese momento, la conspiración entre Zhang Song y Liu Bei fue descubierta. Furioso, Liu Zhang ordenó la ejecución de toda la familia de Zhang Song y reforzó la vigilancia en todos los pasos fronterizos. Liu Bei, al verse en peligro, urdió un plan: atacó el Paso de Fushui y eliminó a su comandante. Dividió su ejército en dos: Pang Tong marcharía por caminos secundarios, mientras él avanzaría por la ruta principal. Cuando vio que el caballo de Pang Tong se había asustado, le regaló su propio corcel, Lù. Sin embargo, el comandante de la guarnición de Luocheng, Zhang Ren, ya había previsto la maniobra. Ocultó a tres mil soldados en las montañas a ambos lados del camino. Cuando vio acercarse a Pang Tong, ordenó a sus arqueros disparar contra cualquier jinete que montara un caballo blanco. Pang Tong, atrapado en la emboscada, murió acribillado por las flechas. Liu Bei, tras recibir la noticia, se retiró a Fushui y envió a Guan Ping a Jingzhou para pedir la ayuda de Zhuge Liang. Cuando Zhuge Liang supo de la muerte de Pang Tong, lloró amargamente. La defensa de Jingzhou Guan Yu preguntó: -Maestro, si usted parte, ¿quién se quedará a defender Jingzhou? Zhuge Liang respondió: -Mi señor me ha enviado una carta con un propósito claro: desea que Yun Chang defienda Jingzhou. Es una posición vital, de gran responsabilidad. Hermano, no decepcione la confianza de nuestro señor. Guan Yu asintió con determinación. Zhuge Liang entregó el sello de comandante y preguntó: -Si Cao Cao ataca, ¿qué harás? -Resistir con todas mis fuerzas -respondió Guan Yu. -¿Y si Cao Cao y Sun Quan atacan juntos? -Dividiré mis fuerzas y los enfrentaré. Zhuge Liang negó con la cabeza: -Si haces eso, Jingzhou estará perdido. Escucha mis palabras y recuérdalas bien: "Resistir al norte contra Cao Cao, conciliar con Sun Quan al este". Guan Yu asintió solemnemente. La estrategia de Zhang Fei Zhuge Liang organizó sus tropas: envió a Zhang Fei con diez mil hombres por la ruta principal, mientras él, con quince mil soldados y Zhao Yun como vanguardia, marcharía por el río para atacar primero Luocheng. Antes de partir, advirtió a Zhang Fei: -En Xichuan hay muchos héroes y valientes. No los subestimes. Trata bien a tus soldados y no abuses de la población. Zhang Fei aceptó la orden y marchó. Durante su avance, se mantuvo disciplinado y respetó a los civiles. Al llegar a la frontera de Bājūn, se encontró con Yan Yan, el comandante enemigo. A pesar de su avanzada edad, Yan Yan era un guerrero formidable. Sabía que Zhang Fei era impetuoso, así que permaneció atrincherado, esperando el momento oportuno para atacar. Zhang Fei lo desafío día tras día, pero Yan Yan no respondió. Furioso, Zhang Fei se acercó a la muralla, pero Yan Yan disparó una flecha que le atravesó el casco, obligándolo a retirarse. Zhang Fei ideó una trampa: ordenó a sus soldados cortar leña en las colinas cercanas. Yan Yan, al notar la actividad, envió espías para investigar. Cuando estos regresaron con información sobre un sendero oculto hacia la ciudad, Yan Yan cayó en la trampa y envió tropas para emboscar a Zhang Fei. Sin embargo, Zhang Fei había previsto esta jugada y contraatacó, logrando capturar a Yan Yan. Llevado ante Zhang Fei, se le ordenó rendirse, pero Yan Yan gritó: -¡En Sichuan solo hay generales que mueren en batalla, no cobardes que se rinden! Zhang Fei, admirado por su valor, lo liberó y le otorgó un puesto en su ejército. Desde entonces, las tropas de Sichuan comenzaron a rendirse sin luchar. La batalla con Ma Chao Liu Bei, previendo la llegada de Zhuge Liang y Zhang Fei, atacó Luocheng. Zhang Fei y Zhao Yun llegaron a tiempo y derrotaron a las fuerzas enemigas. Zhang Ren fue capturado y ejecutado por Zhuge Liang. Liu Zhang, al ver la situación, pidió ayuda a Zhang Lu en Hanzhong. Este envió a Ma Chao, quien avanzó hasta Jiameng. Al enterarse, Zhang Fei exclamó: -¡Dejadme a ese Ma Chao! Zhuge Liang, ignorándolo, le dijo a Liu Bei: -Ma Chao es un guerrero sin igual. Solo Guan Yu podría enfrentarlo. -¡Me subestimas! -gritó Zhang Fei-. Si no lo derroto, aceptaré cualquier castigo. Zhuge Liang accedió y Zhang Fei enfrentó a Ma Chao. Ambos lucharon ferozmente, sin que ninguno lograra imponerse. Zhuge Liang urdió un plan y sembró discordia entre Ma Chao y Zhang Lu. Desesperado, Ma Chao no tuvo otra salida más que rendirse a Liu Bei. Finalmente, Liu Zhang, viendo su inminente derrota, se rindió y entregó Chengdu. Liu Bei lo trató con generosidad y se proclamó gobernador de Yizhou, consolidando así la división del reino en tres grandes poderes.