Derrota de Cao Ren Cao Ren fue derrotado y regresó a Xuchang para presentarse ante Cao Cao, postrándose en el suelo para pedir disculpas. -¿Quién es ese tal Dan Fu? - preguntó Cao Cao. -Su verdadero nombre es Xu Shu, con el sobrenombre de Yuanzhi. Es un hombre de gran talento - respondió Cheng Yu. -¡Lástima que tal genio haya decidido unirse a Liu Bei! - suspiró Cao Cao. -Si el primer ministro desea atraerlo, no será difícil - dijo Cheng Yu, presentando un -plan. Siguiendo su consejo, Cao Cao envió emisarios a Yingchuan para engañar y traer a la madre de Xu Shu. Luego, imitando su caligrafía, le escribieron una carta. Xu Shu Se Marcha Xu Shu, profundamente filial, al ver la carta no pudo contener el llanto. -General, debo despedirme hoy. Mi verdadero nombre es Xu Shu. Usted ha confiado en mí, y le estoy inmensamente agradecido. Quise servirle con lealtad, pero mi madre está en manos de Cao Cao. No puedo dejar de ir a salvarla. Liu Bei, con los ojos humedecidos, respondió: -La relación entre madre e hijo es la más sagrada del mundo. No se preocupe por mí. Vaya con tranquilidad. Quizá algún día volvamos a encontrarnos. En secreto, Sun Qian susurró a Liu Bei: -Yuanzhi es un talento incomparable y conoce bien nuestras fortalezas y debilidades. Si se une a Cao Cao, será grandemente valorado, lo que podría poner en peligro a nuestro ejército. Debería retenerlo a toda costa. Si Cao Cao ve que no va, matará a su madre. Así, Yuanzhi estaría obligado a servirle fielmente. Liu Bei negó con firmeza: -No puedo hacerlo. Prefiero morir antes que cometer un acto tan desleal e inmoral. La Promesa de Xu Shu Todos acompañaron a Xu Shu hasta las afueras de la ciudad. -Tengo pocas habilidades, pero su excelencia me ha tratado con gran favor. Me marcho solo por el bien de mi madre. Sin embargo, aunque Cao Cao intente obligarme, nunca le ofreceré un solo consejo - prometió Xu Shu. Liu Bei lo vio partir con tristeza, siguiéndolo con la mirada hasta que desapareció en el horizonte. Antes de despedirse, Xu Shu le dijo: -Cerca de aquí, en Longzhong, vive un hombre de talento sin igual. Su apellido es Zhuge, su nombre Liang, y su sobrenombre Kongming. Lo llaman "el Dragón Reposado". Sus habilidades superan a las mías por diez veces. Si logra persuadirlo, no tendrá que preocuparse por la unificación del mundo. Con estas palabras, Xu Shu se marchó entre lágrimas. Al llegar a Xuchang, descubrió que había sido engañado. Su madre, al saber de la virtud de Liu Bei, lo reprendió severamente por su falta de determinación. Luego, se ahorcó en la sala trasera. Xu Shu, consumido por el dolor, cumplió su promesa: nunca ofreció consejo alguno a Cao Cao. La Búsqueda de Zhuge Liang Al día siguiente de la partida de Xu Shu, Liu Bei, junto con Guan Yu y Zhang Fei, partió hacia Longzhong con regalos para invitar a Zhuge Liang. Al llegar a su cabaña, tocó la puerta. Un niño salió y les dijo: -Mi maestro salió temprano y no sé cuándo regresará. Guan Yu sugirió: -Si no está en casa, tendremos que volver otro día. Con pesar, Liu Bei regresó a Xinye. Días después, le informaron que Zhuge Liang había vuelto. De inmediato, Liu Bei ordenó preparar los caballos. Zhang Fei protestó: -¡No es más que un aldeano! No hace falta que usted vaya. Basta con enviar a alguien para traerlo. Liu Bei, molesto, replicó: -Kongming es un sabio de renombre. No se le puede convocar como a un simple subordinado. El viento soplaba con fuerza y caía una intensa nevada. Zhang Fei intentó convencer a Liu Bei de esperar a que cesara la tormenta, pero éste se negó: -Ir bajo la nieve demostrará mi sinceridad. La Segunda Visita Al llegar a la cabaña, encontraron a un joven leyendo. Liu Bei, emocionado, se acercó y le dijo: -¡Por fin he tenido el honor de conocer al maestro! El joven respondió: -Soy el hermano menor de Zhuge Liang, Zhuge Jun. Mi hermano Zhuge Jin vive en Jiangdong. Desilusionado, Liu Bei dejó una carta y se retiró. La Tercera Visita Días después, Liu Bei decidió visitarlo nuevamente. Guan Yu expresó su descontento: -¡Dos visitas son suficientes! Si Zhuge Liang no se ha presentado, es porque no posee la habilidad que dicen. Liu Bei lo contradijo: -En el pasado, el duque Huan de Qi visitó cinco veces a Dongguo Yeren antes de lograr audiencia con él. ¡Mucho más debería yo perseverar para encontrar a un gran sabio! Zhang Fei, impaciente, sugirió: -Si no viene, lo ataré y lo traeré a la fuerza. -¡Cállate! - lo reprendió Liu Bei. - ¡Los sabios se respetan! Al llegar, un sirviente les informó: -Mi señor está durmiendo. Liu Bei decidió esperar pacientemente. Zhang Fei, furioso, exclamó: -¡Si enciendo fuego en su casa, veremos si sigue durmiendo! Finalmente, Zhuge Liang despertó y salió a recibirlos. Su figura era elegante y su porte distinguido. Liu Bei, emocionado, le habló de sus sueños y ambiciones. Zhuge Liang desplegó un mapa y expuso su famoso plan de los "Tres Reinos". Tras largas conversaciones, Liu Bei, conmovido, le rogó que se uniera a su causa. Con lágrimas en los ojos, Zhuge Liang aceptó: -¡Pondré mi vida a su servicio! Así comenzó la legendaria alianza entre Liu Bei y Zhuge Liang.