La ambición de Yuan Shu Desde que Yuan Shu obtuvo el sello de jade, comenzó a alimentar la ambición de proclamarse emperador. Resentido con Liu Bei por el ataque previo sin razón aparente, envió a su general Ji Ling para atacarlo. Liu Bei, en apuros, recurrió a Lü Bu en busca de ayuda. Para mediar entre ellos, Lü Bu organizó un banquete e invitó tanto a Ji Ling como a Liu Bei. Durante la reunión, Lü Bu declaró: -No me gusta pelear, prefiero resolver los conflictos de manera pacífica. Hoy, dejaré que el cielo decida el desenlace de esta disputa. Ordenó entonces traer su alabarda y la colocó a lo lejos, fuera de la puerta del campamento, a una distancia de ciento cincuenta pasos. -Si logro acertar a la alabarda con una sola flecha, cesará la batalla entre ustedes. Si fallo, podrán continuar su enfrentamiento. Ji Ling y Liu Bei aceptaron la propuesta. Lü Bu se remangó las mangas, preparó su arco, tensó la cuerda y, al soltar la flecha, esta impactó con precisión en la alabarda. Liu Bei sintió una profunda vergüenza en su interior, mientras que Ji Ling, sin alternativa, aceptó la tregua. Lü Bu, dirigiéndose a Liu Bei, exclamó: -Si no fuera por mí, habrías estado en grave peligro. Liu Bei le agradeció con una reverencia. Nuevas alianzas y conflictos Ji Ling informó a Yuan Shu sobre la intervención de Lü Bu, lo que provocó la furia de su señor. Yuan Shu consideró liderar personalmente un ataque contra Liu Bei y Lü Bu, pero Ji Ling logró disuadirlo. En su lugar, Yuan Shu decidió establecer una alianza matrimonial con Lü Bu para enfrentarse juntos a Liu Bei. Sin embargo, las opiniones entre los consejeros de Lü Bu estaban divididas, y el señor de Xu seguía indeciso. Mientras tanto, llegó un mensajero con una noticia alarmante: unos bandidos habían robado caballos que Lü Bu había adquirido. Pronto se reveló que el autor del saqueo era Zhang Fei. Enfurecido, Lü Bu marchó con su ejército hacia Xiao Pei y combatió contra Zhang Fei en un enfrentamiento feroz que duró cien rondas. Liu Bei, viendo que la situación era insostenible, intentó negociar la paz, pero Lü Bu, influenciado por su estratega Chen Gong, se negó y reforzó el asedio. Liu Bei, incapaz de resistir por más tiempo, huyó esa misma noche junto a Guan Yu y Zhang Fei, rompiendo el cerco y dirigiéndose a Xuchang en busca de la protección de Cao Cao. Cao Cao recibe a Liu Bei Al enterarse de la llegada de Liu Bei, el consejero Xun Yu aconsejó a Cao Cao: -Liu Bei es un héroe del mundo. Si no lo eliminamos ahora, en el futuro se convertirá en una gran amenaza. Cao Cao no respondió. Más tarde, Guo Jia se presentó ante él y Cao Cao le pidió su opinión. Guo Jia respondió: -Señor, usted ha construido su ejército sobre la base de la rectitud y la lealtad. Liu Bei tiene gran fama como héroe, y ha acudido a usted en busca de refugio. Si lo matamos ahora, perderemos la confianza de todos los hombres de talento del mundo. La pérdida sería mayor que la ganancia. Cao Cao, complacido, respondió: -Lo que dices concuerda con mi pensamiento. Al día siguiente, Cao Cao elevó a Liu Bei al cargo de gobernador de Yu y le proporcionó tropas y provisiones. Juntos, planearon la derrota de Lü Bu. Cao Cao y la disciplina militar Mientras Cao Cao se preparaba para la campaña contra Lü Bu, recibió la noticia de que Zhang Xiu había lanzado un ataque contra Xuchang. Furioso, Cao Cao marchó a la batalla, donde sufrió una emboscada. En la refriega, su guardián leal, Dian Wei, murió protegiéndolo. Además, su hijo mayor y su sobrino también perecieron en el conflicto. Aunque Zhang Xiu finalmente fue derrotado y huyó con Liu Biao, la pérdida de Dian Wei dejó un vacío en el corazón de Cao Cao. -De todos mis seres queridos que he perdido, ninguno me duele tanto como la muerte de Dian Wei. Tiempo después, Yuan Shu, envalentonado por su vasto territorio, sus ejércitos y el sello imperial en su poder, finalmente se proclamó emperador. Sin embargo, cuando Lü Bu rompió la alianza matrimonial, Yuan Shu montó en cólera y envió a Zhang Xun con un ejército de doscientos mil hombres para invadir Xuzhou. Tras días de cruentos combates, Lü Bu logró rechazar la ofensiva. Aprovechando la debilidad de Yuan Shu tras su derrota, Cao Cao lanzó una ofensiva. Para fortalecer su posición, convocó a Lü Bu y Liu Bei para atacar juntos a Yuan Shu. Sin embargo, la falta de suministros afectó al ejército de Cao Cao, quien recurrió a un ardid cruel: hizo ejecutar a su oficial de provisiones bajo una falsa acusación para sofocar el descontento entre sus tropas. Finalmente, Cao Cao logró capturar la capital de Yuan Shu y destruir su palacio imperial, obligándolo a huir. Sin embargo, antes de que Cao Cao pudiera continuar la persecución, Zhang Xiu se rebeló nuevamente con el apoyo de Liu Biao, lo que obligó a Cao Cao a regresar a la lucha.